“Siempre me he considerado una persona noctámbula”, afirma Rubén Pozo, un músico de raza, de garito y guitarra, de noches en vela y de búsqueda interminable del acorde perfecto hasta el alba. Un músico que reconoce y disfruta del sonido de los grandes referentes, y que se inspira en lo escuchado para imprimir su sello personal en cada canción. Vuelve Rubén Pozo, un músico con una trayectoria de más de veinticinco años a sus espaldas tras su paso por icónicas bandas como Buenas Noches Rose, Pereza y también en solitario, vuelve una figura imprescindible para el rock nacional.

Ya podemos disfrutar de las canciones que componen este Vampiro,  el que es su último álbum hasta la fecha, que se escribió y maquetó durante la pandemia en el pequeño estudio que Rubén montó en su casa, un trabajo que se concibió en un primer momento como un acústico pero su gusto por las guitarras eléctricas le hizo replantearse el concepto.

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Por ello, en concierto podremos ver a un Rubén Pozo totalmente entregado en todo momento, y por supuso acompañado de su inseparable banda; tampoco faltarán sus más conocidos éxitos al tiempo que va desgranando las canciones de este nuevo disco, para aquellos que disfrutan de la escucha de una obra completa, de una historia que es un “todo” pero contada por fascículos.